En el universo del K-pop, pocos nombres tienen el peso simbólico de EXO. Y, sin embargo, ese mismo legado parece estar siendo puesto a prueba una vez más. A pocos meses de lo que debía marcar un esperado regreso grupal, la relación entre SM Entertainment y CBX (Chen, Baekhyun y Xiumin) vuelve a tensarse, dejando al fandom atrapado entre declaraciones cruzadas, juicios y promesas inconclusas.
El 29 de octubre, INB100, agencia de los tres integrantes, emitió un comunicado expresando su intención de llegar a un acuerdo con SM Entertainment que permitiera a CBX sumarse a las próximas actividades grupales de EXO. La empresa detalló que había aceptado todas las condiciones presentadas por SM y que incluso había reorganizado las agendas individuales de los artistas para priorizar el trabajo en equipo.
Sin embargo, la respuesta de SM Entertainment llegó con un tono más severo que conciliador. La compañía recordó que había ganado las disputas legales con CBX y que el trío aún no había cumplido con el pago del 10% de los ingresos por sus actividades individuales, una cláusula establecida en el acuerdo de junio de 2023.
SM también sostuvo que las “múltiples demandas infundadas” habían dañado la confianza dentro del grupo y, por tanto, la participación de CBX en futuras promociones no era una prioridad inmediata. En paralelo, anunció un nuevo álbum de EXO para inicios de 2026, pero solo con seis miembros: Suho, Chanyeol, D.O., Kai, Sehun y Lay.
Lejos de silenciarse, INB100 volvió a pronunciarse al día siguiente (aún 29 para occidente), reafirmando su compromiso de cumplir el acuerdo vigente y aclarando que el pago del 10% se realizará una vez que concluyan los procedimientos legales. Además, la agencia recalcó que sus artistas “se han mantenido comunicados con los miembros y trabajando como un solo equipo”, resaltando su deseo de preservar la unidad del grupo frente a la ya rota relación institucional.
Detrás de esta secuencia de comunicados, surge una pregunta más grande: ¿Qué significa hoy ser parte de EXO? Más allá de los contratos y disputas, la historia del grupo siempre ha estado marcada por su capacidad de resistir y reinventarse, incluso en medio de las adversidades. Pero este nuevo conflicto no solo pone a prueba su unión interna, sino también la relación entre los artistas y una empresa que, desde hace años, parece debatirse entre preservar su legado o avanzar sin mirar atrás.
En la práctica, EXO sigue siendo una de las marcas más poderosas del K-pop, y el deseo de los fans por verlos nuevamente sobre el mismo escenario no ha disminuido. Sin embargo, cada comunicado, cada respuestaa y cada silencio deja claro que la lucha por mantener la identidad del grupo ya no se libra únicamente en los escenarios, sino también en las oficinas legales y en la opinión pública.
El futuro de EXO, como grupo completo o fragmentado, se definirá tanto por las decisiones que tomen sus integrantes como por la voluntad de una industria que parece olvidar que detrás de cada contrato hay personas, hay artistas y hay una historia que los fans se niegan a dejar ir.
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